Logra tus Metas Financieras usando la Metodología SMART

Estamos arrancando un año más, en el que, no es por ser pesimista, pero los pronósticos económicos en nuestro país no son muy halagadores. Así que estás en un momento clave para establecer unas metas financieras robustas, que te permitan establecer tu presupuesto anual, si no es que ya lo has empezado a elaborar.
Y no es ninguna receta mágica ni mucho menos, pero sí existe una metodología clara que puede marcar la diferencia entre cumplirlo o pasar un año más sin lograr tus objetivos no sólo en cuanto a ahorro sino también a mantenerte dentro de tus propios límites en cuanto a gastos.
Así que pon mucha atención, y concéntrate en conocer la metodología llamada SMART por el acrónimo en inglés que significa: specific (específico), measurable (medible), achievable (alcanzable), realistic (realista y relevante) y time based (temporal). Así que cuando estés definiendo cada uno de tus objetivos en tu presupuesto anual, debes asegurarte que éstos cumplan con estas características:
Que sean específicos: Es decir, debes ser muy concreto y claro en cuanto a la mayor cantidad de detalles que puedas agregar a tu enunciado. Seguramente habrá factores que no dependan de ti y aún no los puedas cuantificar, en ese caso concéntrate únicamente en las acciones que tú tendrías que realizar con lujo de detalle, para cumplirlas.
Que sean medibles: En este sentido, deberás asegurarte de que tu enunciado menciona cifras concretas, de tal manera que puedas ir revisando cuánto estás avanzando.
Que sean alcanzables: Trata de medir tus fuerzas y fijar un escenario intermedio (ni demasiado conservador que no signifique un reto, ni demasiado agresivo ya que eso te podrá desmotivar de manera importante). Claramente existirán variables externas que podrán incluso afectar de manera importante el cumplimiento de tus metas a lo largo del año, y entonces podrías considerar el realizar ajustes conforme vayas viendo tu entorno y probablemente sea conveniente pasar de un escenario agresivo a otro más conservador o viceversa.
Que sean realistas y relevantes: Es decir, que la meta signifique algo real y muy importante que quieras alcanzar.
Que sea temporal: Ponle fecha, plazos concretos para que puedas ir viendo cómo vas avanzando de manera gradual. Incluso te puedes ayudar de gráficas que visualmente te serán de mucha utilidad para ilustrar tus avances.
Por último quiero recordarte que cuando elabores tu presupuesto, es muy importante que tomes en cuenta que no se trata de cuánto ganas, sino de cómo lo administras. Haz un recuento de todos tus gastos e ingresos previstos considerando un horizonte de tiempo total anual para tener un panorama completo de los compromisos que esperas tener. Haz revisiones mínimo una vez al mes para llevar un control más efectivo y poder hacer ajustes oportunos para no perjudicarte.
¡¡Sé constante y verás que tus esfuerzos rendirán los frutos que estás esperando obtener!!